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“China es ya la primera potencia mundial. Cambio histórico: el tigre asiático supera este mismo año a EEUU, que era líder económico del planeta desde 1872.” Fuente: Diario Expansión, 2014-10-08
Y es verdad, cuando una camina por según qué calles de Shanghai, percibe estar en un país rico, dónde las más prestigiosas marcas de relojes y joyas tienen enormes (y múltiples) tiendas, dónde los coches de lujo forman parrillas de salida en los semáforos al más puro estilo G.P. de Mónaco y donde los hoteles de las cadenas más prestigiosas no paran de abrir más y más “branches”.
Pero China ha crecido más rápido que su sociedad: las grandes ciudades como Shanghai están pobladas por pocos Shanghaineses nativos, la mayoría de gente son provincianos, ex campesinos que parece que alguien les ha metido en una máquina de tele transportación y han aparecido en medio de rascacielos y Maserattis. Los contrastes son brutales. El otro día vi a una mujer cerca del cruce entre Nanjing West Road y Changde Road (un sitio muy transitado) desplomando dos gallinas muertas en medio de la calle, no os engaño. El mismo día, 1 minuto más tarde, un hombre se afeitaba la barba dentro de su enorme y flamante Mercedes-Benz mientras esperaba a que la luz del semáforo se pusiera verde. Creo que es el único lugar del mundo en que puedes ver a un trabajador de una multinacional, subir a uno de sus múltiples “shuttle bus” en chanclas, bañador y una cesta llena de huevos, o dónde puedes ver gente soldando hierros en medio de la calle a las 11 de la noche en traje y mocasines.
De verdad, os parecerá que me estoy inventando todo esto para darle un toque cómico, pero todas las situaciones que he descrito anteriormente las he visto con mis propios ojos en los 6 meses que llevo viviendo aquí.
Para no hablar de los taxis. Mucha gente se queja del servicio del taxi en Shanghai, pero me gustaría que la gente supiera un poco cual es la realidad de esta gente…
El oficio de taxista es duro en todo el mundo, esto lo sabemos. Pero en China creo que roza la esclavitud. Un taxista que chapurreaba el inglés me contó el otro día que se trabaja en turnos de 24 horas, día sí, día no. El negocio funciona de la siguiente manera (quien diga que no es una especie de mafia es un ceporro): el conductor paga 1000 yuanes diarios en concepto de “alquiler” del coche. A cambio, recibe el coche lleno de gasolina. Todo lo que factura a partir de 1001 yuanes es para él (gasolina y otros gastos fijos como comida a parte, claro).
Sabiendo que la bajada de bandera es de 14 yuanes, y que la mayoría de trayectos no pasa de los 30-40 yuanes de media, necesita al menos hacer unas 28 carreras para cubrir costes de alquiler (sin contar el combustible). Si la media de tiempo para estas 28 carreras es de 30 minutos por carrera, nos sale que las primeras 14 horas sólo han servido para pagar el alquiler del coche. Te quedan 10 horas para ganar dinero, escaparte al baño, comer y dormir (ni que sea una o dos horas), chaval! Sin duda es un trabajo durísimo…
Por eso en los taxis también ves de todo: una mujer taxista hace un par de semanas se dedicaba a coser mientras esperábamos en el semáforo. Otros taxistas van dando cabezazos porque se mueren de sueño, cómo es normal. Otros llevan hasta 4 móviles para poder “pillar” el máximo de carreras posibles y van como locos entre carrera y carrera.
Y volviendo a los contrastes en las zonas más “fancy” de la ciudad: uno puedes salir de una discoteca en la que hay un chino rico que se gasta más de 10,000€ en botellas de Moët y comprar unos “noodles callejeros” por 6 yuanes (menos de un euro). Salir de un restaurante dónde te pegas un homenaje comiendo cómo si fuera el día antes de la prohibición absoluta y encontrarse con una cola de mendigos y mutilados esperando sus moneditas.
En resumen, Shanghai me tiene descolocado. En esta ciudad he visto lo mejor y lo peor en 5 minutos de diferencia, por lo que me pregunto: ¿es realmente un gigante (asiático) o el músculo de la economía china ha sido engordado a base de proteínas sintetizadas que van a perder su efecto y a volverse grasa el día después de dejar el gimnasio?
Gerard D.
Shanghai, Noviembre 2014